Packaging es el nombre anglosajón con el que nos referimos, comúnmente, al envase o embalaje de las cosas. Es la carta de presentación de un producto. Una de las principales herramientas de construcción de la identidad de marca.
Este concepto engloba todo aquello que implica protección del producto, su transporte, y por supuesto, su venta. No solo consiste en “envolver” un producto para que no se dañe o contamine, sino que se trata de crear embalajes bonitos y llamativos que creen un valor añadido para el cliente.
Una técnica que ya se utilizaba en la Antigua Grecia y en Roma para poder transportar el vino en vasijas. Si bien es cierto, que el concepto del packaging al que nos vamos a referir no apareció hasta 1800 con el diseño de aquellos famosos tarros de cristal de mermelada. A partir de este momento, esta industria comenzó a evolucionar y a adquirir nuevas estrategias enfocadas a aumentar las ventas.
Importancia del packaging
Primero de todo, hay que mencionar que es esencial en el proceso de compra de los consumidores. Se trata del primer contacto que tiene un usuario con un producto de una marca y es decisivo para él. Un packaging acorde y atrayente aporta mayor valor al producto por lo que el cliente también estará dispuesto a pagar más.
De hecho, son varios los estudios que demuestran que el 70% de los consumidores se deciden por un producto u otro en el mismo lineal de compra. Por lo que la imagen del producto es determinante a la hora de tomar esa decisión. Una buena imagen vale más que mil palabras. Y puede ser la clave para que elijan tu producto frente al de la competencia.
Otro dato relevante y que suma importancia al packaging es que la compra por impulso continúa siendo una de las más frecuentes. Este impulso se genera, en muchas ocasiones, por el diseño del packaging. De ahí su importancia y la necesidad de crear una estrategia de marketing para lograr que el envoltorio sea lo más destacable posible y se diferencie de los demás en el mercado.
Tendencias en packaging en 2021
Las tendencias en este sector cambian según los consumidores, el entorno y la situación sociopolítica que exista. Con la llegada de la covid-19 y el aumento del consumo online se han producido nuevas demandas y necesidades en el sector.
Lo primero de todo a la hora de realizar una estrategia en este sentido es tener en cuenta que el envase tiene que transmitir los valores de tu marca. Para ello hay que tener en cuenta los colores, elegir aquellos que ayuden a generar las sensaciones que queramos transmitir y que terminen por asociar los consumidores con tu marca como en el caso de Coca-Cola.
Además de estos dos factores, el cuidado por el medio ambiente es una realidad social que está marcando este sector. El packaging sostenible, más que una tendencia, es una urgencia causada por la realidad en la que vivimos.
Algunos proyectos están enfocados a buscar nuevos materiales que sustituyan al plástico o embalajes 100% sostenibles y compostables. Un ejemplo de cambio de estrategia dirigida a la sostenibilidad es la adoptada por Estrella Galicia el pasado junio. Una reducción de un 12% del vidrio en sus botellas, y la sustitución del papel de todas sus etiquetas por papel blanco certificado con el sello FSC.
El storytelling continúa siendo tendencia. El arte de contar historias pretende conectar con el cliente a través del envoltorio del producto. Colocar historias de la marca, de personas, de recuerdos…Para generar emociones en los compradores y trasmitirles un mensaje en sintonía con la marca.
El grab and go packaging, una consecuencia directa de la covid 19. Se basa en el concepto de llegar, coger y salir. Esta práctica facilita la elección de compra a través del embalaje con tipografías de lectura sencilla, etiquetas que aporten información de valor sobre el producto y colores que capten la atención.
